L'il.lusionista

A pesar de que no es propiamente un espectáculo de magia, L'il.lusionista interpela al espectador con el truco más antiguo de todos: la magia del teatro. En esta ocasión, la ilusión de Peyu es adentrarse en el mundo de las cartas, el escapismo y los conejos que salen de la chistera, esperando sorprender al público. En este espectáculo no hay que intentar encontrar explicaciones lógicas de todo lo que pasa sobre el escenario, a veces hay cosas que simplemente no tienen explicación, y a menudo son las más divertidas. Reír por el simple hecho de reír, con el mismo objetivo irrelevante que un mago adivina la carta a un espectador.