El temps s'esmicola
Documental (apto para todos los públicos)
Alrededor de 1933, Cala Rajada alojaba a unos 200 extranjeros, la mayoría alemanes, la mitad de toda la población autóctona. Huían del infierno de su país. Eran escritores, pintores y desafectos al nazismo que tomaban el camino del exilio. Solo la placidez del lugar suavizaba la desazón del exilio. Pero esta placidez se desvaneció cuando empezaron a aparecer miembros de la Gestapo para espiarles y controlar sus pasos.
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