24 de febrero de 1956. Durante el Vigésimo congreso del Partido Comunista soviético, Khrushchev deja a todos atónitos al denunciar los crímenes de Stalin. Sin renegar de su ideología, el nuevo líder de la URSS pretende distanciarse de su predecesor y abrirse al mundo exterior. 'Mister K' está lleno de sorpresas. Bebe Pepsi con Nixon e insiste en pasar el día en Disneylandia cuando visita los Estados Unidos. No obstante, oculto tras este personaje de aspecto gracioso, el 'ejecutor de Ucrania' no se ha ablandado. En 1956, no dudó en aplastar el alzamiento en Budapest con un baño de sangre. Ahora, se prepara para una coexistencia con el recientemente elegido presidente Kennedy, que será de todo menos pacífica. El Muro de Berlín, la Crisis de los misiles en Cuba, por no mencionar la ayuda que presta a Ho Chi Minh a la hora de preparar su nueva batalla por la reunificación. La Guerra de Vietnam está a punto de comenzar. Kennedy intenta contraatacar, enviando a consejeros militares a entrenar al ejército de Vietnam del Sur. Finalmente, el 26 de junio de 1963, en Berlín, pronuncia su famoso y esperanzador discurso ante una multitud emocionada: Ich bin ein Berliner!".