Las tías de Finn Kiesewetter le piden que se vaya unos días de casa. El motivo es Babsi Kräppsl, la hija de una amiga de Ria y Toni que vive en Múnich y que quiere rehacerse de su divorcio. Más tarde descubren que no viene sola: también se trae a Dolce, su chihuahua consentida. Mientras tanto, el comisario Englen le ofrece generosamente a Finn que se quede unos días en su casa. Posteriormente, mientras visitan la ciudad, la perrita de Babsi entra en un sótano y se topa con el cadáver de una mujer. Finalmente, Sandra Schwartenbeck identifica el cadáver: se trata de su amiga Inga Will, desaparecida desde el día de su boda, 11 meses atrás.