Cuando el Ejército ruso invadió Ucrania, Nika, la perra de los padres de Stanislav Kapralov, el director de este documental, huyó asustada por el ruido de las bombas y se perdió entre el caos de la evacuación de Kiev. Es entonces cuando Stanislav decide buscar a Nika en medio de la destrucción de su país y documentar su investigación. Esto le hace conocer a muchos voluntarios que ayudan a los animales víctimas de la guerra. Además visita el refugio para perros más grande de Europa, que no tiene suficiente comida para alimentarlos, una granja donde las avestruces sirvieron para que los soldados rusos jugaran a hacer safaris y una hípica donde los caballos murieron quemados vivos. Finalmente, Stanislav participa en la evacuación de un zoo durante un bombardeo.