Aladino se aburre en palacio ahora que no hay temibles visires a los que derrocar ni exóticas ciudades que liberar. Por si fuera poco, atraviesa una crisis de pareja con la princesa. La llegada de un cruel príncipe que pretende tomar Bagdad por la fuerza y casarse con la princesa, obliga a Aladino a huir de palacio y buscarse la vida para volver al lugar que le pertenece.