1891, La Pondala, conocida así por ser la viuda de José Pondal, monta una casa de comidas en Somió, Gijón. Esta casa de comidas crece hasta ser lo que es hoy, un restaurante de prestigio en manos de la quinta generación: Adriana Riginelli. Llevan más de 100 años preparando las recetas tradicionales que comenzó a elaborar La Pondala, como el arroz con pollo, la menestra, y por supuesto la fabada asturiana y el salpicón de bogavante. Es una verdadera institución en Asturias, representante de excepción de la gastronomía de este paraíso natural.La historia de esta familia es peculiar, ya que la tercera generación, María Jesús, se casa con un italiano que ha pasado a ser un personaje emblemático en el negocio. Otra de las cosas a destacar del lugar es que tiene, desde hace muchos años, clientes ilustres como Rafael Ansón, presidente de la Real Academia de Gastronomía, quien afirma haber vivido grandes momentos en La Pondala en los años 50 con su primer amor.