Una conocida banda de atracadores de bancos mantiene en vilo a la policía. Funcionan como un mecanismo de relojería, entrando y saliendo sin dejar huella alguna y manteniéndose discretamente inactivos entre atraco y atraco. Cuando están organizando un último golpe de 20 millones de dólares, la banda empieza a tener dificultades debido a la intervención de un experimentado detective, empeñado en darles caza.