Mike y Ashley han sido novios desde el instituto. Cuando los padres de Ashley decidieron vender su casa, aprovecharon la oportunidad de comprarla y criar su propia familia allí. Aunque ya tienen muchos recuerdos relacionados con la casa (Mike recogió a Ashley para el baile de graduación en el porche delantero y le pidió a su padre la mano de Ashley frente a la chimenea), necesitan la ayuda de Drew y Jonathan para poner su propio estilo. La zona principal está cerrada, los acabados desactualizados y la cocina es bastante incómoda. Drew y Jonathan reformarán el salón, el comedor, la cocina, el dormitorio principal y ayudan a Mike a sorprender a Ashley con una habitación especial que convierta esta casa en su hogar para siempre.