Trasto, acostumbrado desde pequeño a una vida lujosa, fue una mascota sin ningún tipo de problemas: una gran mansión, ricas comidas y descanso en las mejores sábanas. Pero, de repente, su dueña fallece y el perro se encuentra repentinamente sin hogar. Solo en la gran ciudad, Trasto se ve obligado a vivir varias aventuras, hasta que Zoe, una joven y aspirante a cantante, decide darle la bienvenida a su nuevo hogar. Se trata de un apartamento que se encuentra en un sótano, muy diferente de la lujosa villa a la que Trasto está acostumbrado.