Por primera vez en su vida, Jamie Oliver visita Georgia y llega sin ideas preconcebidas sobre la cultura o la comida de este país que está en la frontera entre oriente y occidente, mezcla de las culturas europeas y asiáticas. Allí descubre la rica tradición culinaria georgiana, sus animados mercados y sus fiestas o supra, todo un descubrimiento que Jamie trasladará a su propia cocina. Así desarrollará su propio khachapuri sustituyendo los quesos georgianos por los británicos o irlandese, o bien el shkmeruli o pollo al horno con salsa de leche y ajo, incluso las ensaladas georgianas con hierbas frescas, frutos secos, caléndulas o tajetes y otros ingredientes de Georgia.