Ha transcurrido un año desde que Bruno llegó deprimido a Mirador de Montepinar. Ahora el consumado pianista se abre al amor iniciando un romance con Maite. Mientras tanto, Amador, incapaz de superar su ruptura amorosa con Yolanda, convierte su vida y la de su hermano Teodoro en un auténtico infierno. Entretanto, Alba, hundida tras su ruptura sentimental, busca refugio en sus amigas y acaba descubriendo que realmente no tiene ninguna. Y Enrique, consciente de que el sexo es el elemento que siempre hace fracasar sus relaciones con las mujeres, decide apuntarse a un club de asexuales.