El vuelo 1404 de la aerolínea Continental circulaba a toda velocidad por el Aeropuerto Internacional de Denver cuando el avión carenó de manera repentina saliéndose de la pista, se estrelló y ardió en llamas. Todas las personas que iban a bordo lograron escapar de la muerte, y posteriormente les correspondió a los investigadores descifrar que fue lo que había ocurrido. En un primer momento, las pistas apuntaban a un problema mecánico mortal hallado previamente en otros Boeing 737. No obstante, los investigadores finalmente hallaron al verdadero culpable en las Montañas Rocosas.